Silva a sido acusada de fraude agravado contra la Administración Pública y de registro público falso. Después de que la policía investigara el porque la mujer estaba ausente de su puesto de trabajo durante dos embarazos que no existieron.
La policía descubrió que la mujer ha cometido fraude contra el Estado italiano por un valor de 33.117 euros, Silva se ha inventado una buena historia con "pruebas" para escudarse y no ir a trabajar, pero sí recibir sueldo.
Para no ir a trabajar en todo ese tiempo hizo creer al todo el
mundo de que estaba embarazada, obteniendo
certificados de médicos y
clínicas de
planificación familiar, sin necesidad de someterse a pruebas específicas para determinar
el embarazo real. Fue lista y
engañó al Hospital Policlínico y a la Dirección Provincial de Trabajo, ya que, durante estos nueve años se ha beneficiado indebidamente
También uso
certificaciones falsas que acreditaban el
nacimiento de dos hijos, uno en febrero de 2004 y otro en octubre de 2009, y la mujer disfrutó de
deducción fiscales por cada hijo a su cargo.
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