La eufórica decisión de Branson Gillies, baterista de la banda australliana Hillson, casi le cuesta la vida.
En el climax de su presentación, Gillies advierte a su extasiado público de su próxima maniobra a lo cual da por entendido una respuesta positiva, segundos después toma impulso en aproximadamente 15 metros de la pasarela de la tarima y se lanza con una gran velocidad al público, pero nunca se imaginó que sus fans, en vez de agarrarlo, le abrirían un gran espacio para que continuara con su caída libre.
"Lo más curioso es que la multitud vio cuando se lanzó, pero sólo se quedaron mirando cómo este se estrellaba con el suelo, como si de una bolsa de huevos se tratara".
Este vergonzoso hecho para Gilles ocurrió en Brasil, y ‘gracias’ a los medios de comunicación y las redes sociales, su vergüenza se ha extendido por todo el mundo.
Poco después del accidente, Gilles fue socorrido por su equipo de seguridad y se le vieron muchos golpes, pero no se sabe qué fue lo que más le dolió si su orgullo o el gran golpe.
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