Fred Bosch llevaba tiempo queriéndose hacer un tatuaje, pero no sabía que hacer y finalmente se decidió por un código QR, conviertiendose así en el primer hombre que se tatua un
codigo QR, es una especie de código de barras que puede ser leído por el
teléfono móvil y darnos información.
“Es totalmente lo contrario a la esclavitud y no soy un hombre anuncio. Es un experimento que me propuso mi compañía y que a mí me ha encantado”, añadió Bosch, un treintañero argentino de nacimiento que ha trabajado en España y
Portugal en materia de Publicidad que finalmente se tatua un
codigo QR.
En la búsqueda para hacerse el tatuaje,
Bosch,
visitó más de 20 estudios en Madrid y todos le decía que era prácticamente imposible hacer el código exacto, también conocido como bidi. Este código podemos encontrarle desde un billete de tren a una revista y sirve para aportar información al
consumidor.
Respecto al hecho de que se tatua un
codigo QR, Bosch afirmó que,
“Tenía que ser muy preciso, porque cualquier variación se entendería como un pixel distinto por el móvil y no funcionaría. Se atrevieron a hacerlo en un estudio y el teléfono lo lee perfectamente”.
Sus amigos, incluso él mismo, han realizado ya 4.000 descargas desde frases hasta vídeos.
Fred puede
cargar los contenidos que quiera en el código.
Cuando lo enseñó en la
agencia de publicidad donde trabaja,
Leo Barnett, le dijeron que era una idea buenísima hacer una campaña para que un
anunciante lo usara como soporte.
A partir de ese momento, decidieron realizar una subasta en la famosa casa de pujas
eBay que permanecerá hasta el jueves 26 de abril, con el título:
“Anúnciate en el brazo de Fred”. De momento ya han pujado 25 personas, que han ofrecido la cantidad de 60.100 euros.
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