Bate
récord mundial Guinness de forma
accidental.
Vivió 94 años con una bala en la cabeza; finalmente falleció a los 103 años en California.
El hombre llamado
William Lawlis Pace murió mientras dormía en un casa para
ancianos en la ciudad de
Turlock, 94 años después de que su hermano mayor le disparó accidentalmente en 1917 con un fusil
calibre 22 del padre de la familia, informó
el periódico The Modesto Bee.
Pace se enteró en 2006 que había sido reconocido con el
récord mundial en la categoría de recepción indeseada de munición en el cráneo.
Durante una fiesta para celebrar el cumpleaños de su padre el año pasado, su hijo declaró a un
periódico que los médicos en Texas -donde Pace nació-
le dejaron la bala en la cabeza porque temían que la operación pudiera causarle daño cerebral, según dice AP.
La lesión le afectó un ojo y nervios de la cara, pero no impidió que
William Lawlis Pace trabajara como vigilante en un cementerio.
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